martes, 27 de enero de 2015

Un atajo delgado y vertiginoso

Un atajo delgado y vertiginoso
me separa de la primera luz del dia,
pero no quiero recorrerlo.
Una distancia mínima separa el dolor
del abismo que no conoce el amanecer
porque no cree en el futuro.
Miro de frente esta distancia,
hago cálculos y resulta insalvable.
Mañana es un espacio no real,
solo mensurable a partir de la esperanza.
Pero me falta una vista más amplia,
una visión más extensa,
que alcance hasta unas horas más allá.
Te escribo desde el deseo,
te pienso desde esta nada
que me crece en medio del pecho.
El dolor no es tanto no vivir mañana
como no apurar tu abrazo en esta noche infame;
vivir no es coleccionar tiempo,
ya tengo mucho guardado y no vivido...
Un atajo limpio como una herida
media entre tu olvido y mi vida cotidiana.
Pero no quiero recorrer esta distancia mínima
que separa mi vida real contigo
de este día que agoniza con los frios de enero.
No eres tú ese recorte del camino que recorro
sin fe y sin salida. Tú eres mucho más,
no hay caminos en tí, no te acecha la duda.
Por eso te escribo, porque sé
que si llego a mañana, te deberé un milagro.
Otro más...


Pepe García Resille
tiempos de esperanza.
Sevilla, 26 de enero de 2015

domingo, 18 de enero de 2015

Ya no vive aqui

“Ya no vive aquí” – entro en casa a pesar del aviso,
la lluvia se apresura sobre mi,
sobre la ciudad entera, que se refugia en si misma.
Yo busco asilo en casa, huyendo de hospitales
y de la violencia de la noche.
Encuentro mi calendario esparcido en el suelo,
víctima de tempestades y de olvidos no previstos.
La casa respira en paz, una ventana abierta
dejó paso al agua y al frio, y a tu ausencia.
Tu aviso sobre la puerta
es un mensaje directo a este corazón que te esperaba.
Volvía a casa, no esperaba una luz en la ventana,
pensaba encender la chimenea y secar mis huesos,
cansados y débiles. El fuego encendía la habitación,
reconfortaba mi cansancio y extendía la memoria
de otros inviernos, de otras luces.
Vivo la paz de quien no necesita nada,
te recuerdo pero no te necesito,
te buscaría pero no saldré a tu encuentro.
Descubro el calor del hogar,
mientras las calles corren hacia la noche
y los deseos vuelan sobre los recuerdos.
Vuelvo a casa, donde el dolor es ya conocido,
como el aire oscuro y espeso de esta habitación
donde ahora te escribo.
“Ya no vive aquí”, dice el anuncio sobre la puerta
y es cierto, es tu mensaje para quien me busque.
Ya no vivo en ninguna parte, salvo en ti,
en la memoria que quieras regalarme.


Pepe García Resille
tiempos nuevos.
Sevilla, 18 de enero de 2015

viernes, 16 de enero de 2015

Suena alta noche

Gritaba tu nombre por los pasillos

Suena alta la noche en su hormigueo oscuro,
la calle es ahora casi tímida y renuncia a la fiesta,
sólo el frío me lleva.
Luces que denuncian el vértigo por vivir
me abren paso entre esta riada
urgente que a todos nos lleva.
Abriendo paso por el aire, en la oscuridad,
me llevan celosos guardianes
con el único fin de entregar un cuerpo
vivo a la hora prevista.
Duerme alta la noche, y me invita
a cumplir un ritual mágico
con la muerte siguiendo nuestros pasos.
Alli nos veremos.
La calle no habla, no tiene pulso,
algunos apátridas se resisten
al cierre de las últimas tabernas.
Yo me resisto a morir,
mis guardianes cumplen su objetivo
y me entregan como un pedido de comida rápida
a las puertas de un hospital cualquiera.
Sólo el frío me trae este lugar,
sólo mi fe sostiene mi voluntad
y quedo en manos de seres que no me conocen
ni me quieren, ni les importo.
Por los pasillos me cuentan
que la noche llegará pronto como un sedante,
que mañana el día tendrá el dulce aroma
tan propio de la primavera.
Suena alto tu nombre y lo canto a voces
bajo una luz inmensa que me cierra los ojos.
Creo que la calle ha enmudecido
y que tú me traerás mañana el olor de la primavera.
Cuando despierte, tus ojos serán la luz
y el color de la vida que tanto necesito.

Pepe garcia resille
tiempos nuevos
Sevilla, 15 de enero de 2015

miércoles, 14 de enero de 2015

Isaac

Soy tu hijo Isaac, padre,
sé a dónde me llevas. Detente un momento.
No alargues mi agonía.
Aquí tienes mi corazón: yo mismo
lo arranqué de mi pecho. ¡Míralo!

Palpitante, sangrante,
moribundo pero valiente. ¡¡Míralo!!
Pero, ¡¡míralo de frente!!, es lo mejor que tengo.
Mi corazón no cabe en tu pensamiento,
sus latidos están llegando a los confines del mundo,
más allá de tu tienda y de tu clan,
más allá de tu fe...Mi corazón es superior,
no teme, palpita,
no está seco como el tuyo.
Agnus Dei, Francisco de Zurabarán
¡¡Míralo, padre!! ¡¡Es esto lo que querías!!
Sobre tu altar me abrirías el pecho tú, padre mio,
tú en nombre del Silencio Eterno.

¡Míralo, padre, es mi corazón!
Es ya pasto de los pájaros, de la arena,

¡Míralo, padre, mira como sube por el aire
convertido en pura nada!
Aquí tienes mi corazón,
vale más que el de un borrego.


Pepe García Resille
tiempos nuevos
Sevilla, 14 de enero de 2015

lunes, 12 de enero de 2015

Indolente

“Indolente, dormías como un animal dócil,
ajeno al mundo y sus estragos. Contemplaba
tu cuerpo desnudo, bajo esta mañana tibia de marzo.
Vencido, el sueño te llevó a tu ser más intimo,
y yo por puro gozo me quedé a tu lado
para velar tu sueño”. 
         Mientras hablabas,
perplejo, escuchaba tu voz y la sorpresa
me aceleraba el pulso.
Qué habrá visto en mí, me preguntaba,
y tu respuesta llegó pronta
por haber adivinado mi pensamiento...
“Indefenso, tiernamente indefenso,
te he visto mientras dormias. Y me quedé contigo
esperando este momento en que vuelves
a poner tus ojos, tu voz y tus manos
sobre este sueño que me regalas”.
           Mi asombro sigue en aumento,
no comprendía tus palabras,
quizá aún soñaba...
“Fue tu fragilidad lo que me ha mantenido
a tu lado; por tu fragilidad
nunca me separaré de tí”.
           Avergonzado, pero orgulloso,
acudí a tus labios y mis manos
se apresuraron al abrazo,
y mi corazón ya sabe que no hay refugio
más seguro esta boca tuya
que descubre mi debilidad más profunda.
Gracias, compañera.


Pepe Garcia Resille
tiempos nuevos
Sevilla, 12 de enero de 2015

sábado, 10 de enero de 2015

Como insecto nocturno

Doy vueltas en torno al fuego
como el insecto nocturno, que buscando la luz,
acaba devorado por la llama.
Mi vida gira a tu alrededor;
hipnotizado busco tu calor,
la luz que me deslumbra.
Siento ya el fuego que me consume.
Me acerco a ti ciego, solo atraído
por tu luz que tanto necesito.
Giro en torno a tu deseo,
revoloteo en el aire caliente
que delata tu presencia.
Cada vez más cerca de ti,
del instinto que arde bajo tu piel
y que a mi me está ya quemando.
En torno al fuego da vueltas este corazón
que acude si vacilar a tu llamada.
Una humareda roja cubre mi sueño
mientras me entrego al último deseo
que me consume. Seré ceniza
sobre este hoy que recordaremos siempre.


Pepe Garcia Resille
tiempos nuevos
Sevilla, 10 de enero de 2015

viernes, 9 de enero de 2015

Cuento tu ausencia

Con precisión de relojero
cuento tu ausencia;
minucioso, cuento el tiempo que nos separa:
instantes que me niegas,
momentos en que me olvidas,
días ausentes como hoy...
Cuento tiempo vacío y apunto
soledades sin cuento.
Triste haber el mio que solo registra tiempo
vacío con exactitud y detenimiento.
Calculo tu ausencia con empeño enfermizo
y no me cuadran los días sin ti.
“¿Cuánto durará la eternidad?”, me pregunto,
“pues empezó ayer”, me contesto resignado.


Pepe García Resille
tiempos nuevos
Sevilla, 9 de enero de 2015