Plazas olvidadas de la memoria,
abandonadas hace tiempo,
vacías ya de risas y juegos de niños.
Lugares que no habito desde la infancia
se pueblan ahora de recuerdos.
Al contrario que el olvido
el recuerdo vive recuperando el tiempo,
y duele mientras excava.
Calles y plazas vacías,
testigos mudos de abrazos olvidados,
de promesas incumplidas.
Paseo a mis anchas
descubriendo rincones solitarios,
besos robados a la vuelta de la esquina.
El tiempo me acompaña ayer
en sus idas y venidas, asumo mi vacío de hoy
y vuelvo a la nada anterior a mi mismo.
Pepe García Resille
tiempos nuevos
Sevilla, a 30 de diciembre de 2014
martes, 30 de diciembre de 2014
domingo, 14 de diciembre de 2014
Herida incandescente
Latidos incendiarios
en esta carne que se derrumba.
Hierve la sangre
mientras el dolor corroe los huesos.
Tímidamente contemplo la calle
desde mi ventana; la tarde se resuelve
en lluvia.
Recito en silencio: “Tanto dolor se
agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el
aliento”
La lluvia no cesa (como el dolor)
mientras tanto yo cuento los días.
Pepe Garcia Resille
tiempos difíciles
Sevilla, 14 de diciembre de 2014
Nota: los versos entre comillas
son de mi adorado Miguel Hernández, poeta extremo, mi maestro.
viernes, 12 de diciembre de 2014
Yo, inmortal
Yo, inmortal y seguro.
Yo, navegante de años y miseria.
Yo, impecable y elegante.
Yo, invencible contra mi mismo.
Yo, lector de sueños,
soñador de músicas.
Yo, a tus pies.
Yo, recorriendo las calles en
ambulancias,
suplicando la muerte en los hospitales.
Yo, inquilino de bibliotecas,
vecino de novelas antiguas.
Yo, a tus pies.
Yo, alto en el dolor de la tarde,
cerrado en el infierno cotidiano.
Yo, viajero y culto,
rendido a la Historia y la Lengua.
Yo, a tus pies.
Yo, sin futuro, sin sed, sin temor,
Yo, a tus pies.
Yo que vuelvo de dolor ancestral,
del dolor del cuerpo que me traiciona.
Yo, a tus pies.
Yo, invencible, inmortal, seguro,
navegante, impecable, soñador,
enfermo, abatido...
Yo, a tus pies.
Ante tí, tanto tiempo después,
te reconozco como mi victoria
porque tú, tú, me sostienes
y mi corazón proclama tu nombre
como el más hermoso epitafio
para este cuerpo que se rinde.
Así sea, compañera.
Pepe Garcia Resille
tiempos difíciles
Sevilla, 12 de diciembre de 2014
jueves, 11 de diciembre de 2014
Vengo de entrerrar mi corazón
Vengo de enterrar mi corazón
en el corazón de la niebla, en el
frío,
en un mapa impreciso que tiene los
límites de tu olvido.
Entre las manos, palpitante, rojo de
angustia,
lo llevé sin misericordia
traicionando tanta lealtad.
foto:ARG |
Allí lo dejé, expuesto al viento,
desnudo ante el mundo y sus miserias,
y volví a tí nuevo, pero sin vida.
Aquí me tienes.
Aquí estoy.
Aquí tienes un amante dispuesto
al juego eterno, el único posible.
Pero, un precio altísimo hemos de
pagar: esto
que te entrego como amor –tú lo
pedías--
es savia que no florece,
no será germen de fruto alguno.
Ni mi voz sonará en tu oido
como un susurro de amante.
Ni mis manos serán cómplices de
falsas caricias,
nos amaremos, sí, tanto como quieras,
pero mi corazón no estará contigo,
no dará vida a este encuentro
incluso puede que equivoque tu nombre
en el momento más inoportuno,
cuando tú creas que es mi corazón,
mi entero ser quien sacude tu alma
con un orgasmo que no nos toca, pues es
falso.
El desamor tiene estas cosas.
Y yo no he tenido valor suficiente
para decir que ya no te quiero.
Pepe Garcia Resille
Tiempos difíciles
Sevilla, 11 de diciembre de 2014
miércoles, 10 de diciembre de 2014
Si la muerte no tuviera estos ojos
Si la muerte no tuviera estos ojos,
pensaría que es la primavera en un mal
día.
Si no fuera tan fría su mirada,
creería a ciegas que sólo va de ronda
y no le preocupan mis sueños,
ni mi futuro, ni tus abrazos,
ni siquiera yo mismo.
Es difícil no sentir el abismo
que me observan con codicia.
Tiene la muerte hoy una mirada dulce,
que saca de la memoria los dias
luminosos,
las tardes contigo,
los besos antiguos.
Me dejo observar ante el ojo
inclemente
que me señala y me condena.
No importa, bien está así.
Tengo lo que importa: mi vida contigo,
tu abrazo, tu risa y este beso último
que nunca serán olvido mientras
estos huesos mios puedan respirar
y proclamar tu nombre
en todas las esquinas del mundo.
Así sea, compañera.
Pepe garcia resille
tiempos difíciles
Sevilla, 10 de diciembre de 2014
lunes, 8 de diciembre de 2014
vuelvo, no a ti
Vuelvo, no a tí, pero vuelvo
dibujando en el aire
Hay muchas, pero la insistencia de la
memoria
no puede con este corazón abierto,
hoy cuando el pasado solo registra tu
mejor recuerdo.
Inútil empeño pensar en una ofensa,
un mal gesto. Imposible encontrar
una herida insolente que no quiere
cerrar.
Vuelvo, sí, estoy en casa de nuevo:
me recibe el tacto del hogar cerrado
con el mismo aroma que dejaste junto a
las llaves.
Estoy en casa, he vuelto,
y el tiempo me sale al encuentro
en el único vestido que olvidaste,
o en aquel perfume que nunca que te
pusiste.
He vuelto a casa, y hasta las paredes
mi miran de reojo,
soy un intruso donde siempre fuimos
felices.
“Los hombres nunca sabéis romper...”
Parece tan vivo aquel comentario,
se vuelve tan real que dudo en
quedarme,
no quiero pensar que tenías razón.
Busco razones para culparte,
pero es inútil. “No me necesites”
decías segura de ti misma,
y con todo el amor de que eras capaz
para este idiota que hoy vuelve tarde a
casa.
Pepe Garcia Resille
Tiempos de esperanza
Sevilla, ocho de diciembre de 2014
jueves, 4 de diciembre de 2014
Nunca existió la eternidad
foto: JGR |
salvo aquella tarde
cuando pusiste tus ojos sobre mí,
por un instante el tiempo
desapareció de todos los calendarios.
Vuelvo, a veces,
a aquel agujero en la piel del tiempo
y me encuentro con tu mirada fija en la memoria,
dulce como entonces, eterna como entonces.
No he olvidado aquel asombro
ni ha terminado aquel instante
puro gozo desde aquella tarde.
Nunca existirá la eternidad
a no ser que tú decidas
cerrar los ojos, y dejar que caiga el mundo
y con él yo también
en un olvido imposible de imaginar.
No me niegues la mirada,
no cierres tus ojos ante este deseo
mio que quiere ser a tu lado eterno.
Pepe García Resille
tiempos de esperanza
Sevilla, 4 de diciembre de 2014
miércoles, 3 de diciembre de 2014
Por fin tengo el perdón
foto: ARG |
que tanto me había negado.
No me debo nada,
aunque estoy en deuda con el mundo.
Una paz extraña inunda mis días
mientras contemplo la vida
con ojos de niño...sin pasado
ni futuro a la vuelta de mañana.
Ya cerré la herida abierta
entre yo mismo y mi mismo.
Honda herida que todavía sangra
pero ya no se me va la vida por ella...
Acepto este dolor oscuro
que doblega mi cuerpo
como un veredicto firme.
Pero vivo en paz en este reducto último,
este corazón mio, ahora perdonado,
que sonríe tímidamente y se alegra
y se expande en este abrazo con la Vida.
pepegarciaresille@gmail.com
tiempos de esperanza
Sevilla, 3 de diciembre de 2014
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