viernes, 31 de octubre de 2014

¿Qué me quedará mañana?

¿Qué me quedará para mañana?

La ciudad espera, abierta en carne viva,
mientras nos entregamos a la noche,
a la deriva de la carne que nos llama.

¿Qué me quedará para mañana,
cuando me ponga la ropa, los zapatos,
una sonrisa pensada y tu ausencia?

¿Cómo saldré mañana a la calle
hablando sin ti pero contigo,
y la gente me vea hablando solo?

¿Qué haré mañana, al despertar,
cuando te llame y no logre respirar sino tu ausencia?

¿Qué haré mañana
cuando ya no pueda esperarte
y te deje dormida junto a un olvido calculado y preciso?

A mediodía
ya te habrás marchado.

poemas rescatados
En Sevilla

sábado, 25 de octubre de 2014

Escuchaba cada gesto

Cuando tú hablabas
yo escuchaba cada gesto tuyo.
Ibas dejando frases con tus manos,
ponías palabras en los ojos.
Te habías puesto una luz nueva,
tibia, de marzo. Te habías vestido de despedida.

Ahora, abro de par en par la memoria
y estos momentos, compañera, se amontonan
al filo de la noche. Todos juntos
forman unas horas;
estas horas juntas forman un cansancio.
Y este cansancio, disuelto en mí,
forma un dolor lento.
Yo, así sin ti, no formo nada...


tiempos nuevos
Sevilla, 18 de octubre de 2014

viernes, 24 de octubre de 2014

Vivir, un alto precio

Vivir me exige un alto precio,
y el dolor se encarga de pasar la factura,
cada día pago mi cuota puntualmente.
Cada vez más alta su exigencia,
cada día menor mi existencia.
Alto precio que no compra nada,
ni paga una sonrisa, ni abre puertas al futuro,
ni cierra pozos insondables del olvido...
Alto precio que pago en medio de la ruina,
vivo así en precario, al raso como quien dice.
Vivir me cuesta un alto precio,
tanto que casi no puedo pagarlo
y pronto llegará el desahucio.
Enorme tributo de días y sueños,
estoy diezmado. Vivo en la pobreza
de los días sin ilusiones,
de las noches rutilantes como el delirio,
y no puedo mañana recoger más fondos
para pagarme un nuevo día.
Vivir me exige un alto precio
y el dolor me pasa factura.


tiempos del dolor
Sevilla, 24 de octubre de 2014

Ningún horizonte al alcance de la mano

Ningún horizonte está al alcance de tu mano;
si no es el mar, será la tierra inmóvil,
da igual. Además, un horizonte nuevo
surge a cada paso.
Sigues en el mismo sitio
y entonces no ha otro horizonte que el cansancio.

No te detengas si no es por un instante;
quizá vivir sea absurdo;
vivir en el pasado es un delito y una desgracia.


pepegarciarsille@gamil.com
Poemas rescatados
Sevilla

sábado, 18 de octubre de 2014

Tiempo sin pulso

Se ha detenido el pulso del tiempo,
apenas palpitan los relojes.
Me acerco a tí, quiero hablarte,
pero estás muy cerca del cansancio,
mis palabras te inquietan.
Me detengo. Dejo de hablar. Te miro.
Te observo y comprendo tu silencio,
mientras la tarde insinúa su despedida.
Tambén yo me voy,
Volveré otro día.


pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Tu asuencia es un espejo

Tú, ausente, eres más real aún.
Este vacío, es decir: tú al margen de mis días,
esta ausencia tuya es un espejo
donde tú, compañera, apareces
más clara, más nítida.
Con esa imagen hablo ahora;
a ti mujer-espejo e reconstruyo verso por verso.
Voy montando tu imagen
con los mejores recuerdos que me entregaste,
con los mejores besos nuestros,
tu sonrisa más limpia,
tus manos acariciando mi deseo,
todo lo que me diste me sirve también ahora
para inventarte de nuevo.
Apareces lentamente, igual a como eras,
pero diferente pues no eres tú. Es sólo una imagen.
La abrazo como si fueras tú,
la acaricio como a tí y no encuentro el calor de tu piel.
Hablo con ella en voz baja,
pero sé que no me oye; es sólo un sueño.
Pero sólo me queda eso: tú-sueño, tú-espejo.


poemas rescatados
Sevilla

viernes, 17 de octubre de 2014

Sin refugio

¿Dónde encuentro yo refugio
ahora que ya no me esperas?
Cuando vuelva a casa
(después de adivinarte entre la gente)
¿quién me dirá: 'ánimo eso no es nada'?
¿dónde me refugio ahora,
ahora que una sóla lágrima me ha descubierto
una fragilidad que desconocía,
ahora que el miedo vive conmigo?
¿Podré resolverlo?
Acabo de dar un paseo,
la ciudad sonríe,
la gente se agita y corre.
Hace frio. Se acaba el paseo.
La soledad me pesa.
Acabo de llegar a casa.
La soledad ya había llegado.

poemas rescatados de otros tiempos
Sevilla.

Telegrama

No iba a ponerte un telegrama
_POR FAVOR, VEN. ESTOY SOLO.
Te hubieras alarmado seguramente,
por eso te llamé por teléfono.
Podía haber sido igual de breve,
lo fue tanto que no dije nada.
Siempre me fue difícil pedir ayuda;
siempre me creí autosuficiente.
No es así; lo supe esta tarde
y lo supe tarde...
Era ya tarde incluso para hablar por teléfono,
quizá por eso no te envié el telegrama:
_ESTOY SOLO. NECESITO AYUDA.


poemas rescatados de otros tiempos
Sevilla

Tu nombre entre los dedos

Tengo tu nombre entre los dedos,
lo he cogido en el aire.
Pero no puedo retenerlo.
El aire está lleno de nombres, también el tuyo
y el mio.
Te llamarán otras voces
Salgo a tu encuentro
¡Qué corta es la vida!
Cuántas tareas tenemos pendientes.
Muchos sueños quedarán al abrigo del tiempo
y permanecerán intacto, inacabados,
confundidos para siempre
entre fechas, ciudades, nombres, rostros...
Éste será uno de ellos,
como todo secreto sólo aspira al olvido.
Olvídalo tú también.


poemas rescatados
Sevilla

Muerto de alegría

Por la mañana me sentí fuerte,
lleno de energía. Canté en la ducha,
silbaba una vieja canción camino del trabajo.
Una mañana espléndida: –era la última.

Lo supe, y lo decidí, la noche anterior
cuando me vi en el espejo del baño.
Joven aún, la tripa en su sitio,
las canas tardarían en aparecer,
me gustó mi dentadura,
me vi fuerte, sano y bien dispuesto.
Pero, quedaba poco tiempo.
Por eso la mañana era maravillosa,
porque no habría otra.
Salí del trabajo a mediodía
con la misma sonrisa,
con la misma canción en los labios:
“Me llamarán, nos llamarán a todos.
...nos turnaremos,
en tornos de cristal, ante la muerte”.

El conductor no pudo hacer nada,
prácticamente me arrojé bajo las ruedas.
“Ha muerto de alegría” –dijo el forense,
mientras alguien comentaba :
“El cadáver tenía un bonita sonrisa”.


Los versos entre comillas son de Blas de Otero.
poemas rescatados
Sevilla

Mi naufragio es evidente

“Ve a buscarla” me digo,
y el mar se amontona en mi puerta.
Es la marea alta del tiempo y su cansancio;
es el oleaje inacabable de sus ojos mirándome.
Y yo, atónito, asustado, me digo: “No puedo”.

Ella me mira tranquila
como quien da un consejo imposible de seguir.
Sabe que no echaré a correr
para ir en su busca, lo sabe, está segura.
Es mujer y lo sabe. Me conoce y lo sabe.

“Si la quieres, ve a buscarla” –insisto.
El mar está a mi puerta;
el tiempo, ya líquido, lo empapa todo.
Los años se llenan de algas amarillas.
El mar me corta el paso.

Ella está al otro lado, segura, alta, tranquila.
La veo a veces sobre un horizonte escurridizo,
lejana, segura, tranquila.

A este lado del mar
mi naufragio es evidente.


poemas rescatados
Sevilla

Mar de dudas

“Ve a buscarla” me digo,
y el mar se amontona en mi puerta.
Es la marea alta del tiempo y su cansancio;
es el oleaje inacabable de sus ojos mirándome.
Y yo, atónito, asustado, me digo: “No puedo”.

Ella me mira tranquila
como quien da un consejo imposible de seguir.
Sabe que no echaré a correr
para ir en su busca, lo sabe, está segura.
Es mujer y lo sabe. Me conoce y lo sabe.

“Si la quieres, ve a buscarla” –insisto.
El mar está a mi puerta;
el tiempo, ya líquido, lo empapa todo.
Los años se llenan de algas amarillas.
El mar me corta el paso.

Ella está al otro lado, segura, alta, tranquila.
La veo a veces sobre un horizonte escurridizo,
lejana, segura, tranquila.

A este lado del mar
mi naufragio es evidente.


poemas rescatados
Sevilla

Estoy en mi laberinto

Estoy en mi laberinto, con las manos atadas
y la razón bajo sospecha. Recorro a oscuras
pasillos interminables de la memoria,
ocultos deseos surgen a mi paso y abren ilusiones
que me distraen y me equivocan el camino.
Estoy en un laberinto tejido pacientemente
con el dolor, el fracaso y recetas mágicas de los médicos...
No podría clamar por la libertad del paseo
al calor tibio de esta mañana de invierno;
no sabría respirar otra cosa que este rencor obstinado
que guardo para mí, que nadie sepa la angustia que me corroe,
no salga de mi boca el reproche que guardo para el mundo...
Estoy en mi laberinto, dañado; con el dolor como linterna
a tientas vislumbro la salida,
la puerta que me llevará a la luz, y sé que no está lejos.
Vivo en mi laberinto, callejones de espejos del pasado,
falsas ilusiones como labios que ya no me besan,
manos que dejaron fuera la caricia,
abrazos perdidos que daban calor a mis noches en blanco.
Estoy en mi laberinto,
pero hasta la última célula de mi cuerpo
tiene grabada en su ADN la ruta de escape.
Todas conocen la salida, y me guían oscuramente
pero con rumbo seguro. Escucho sus voces,
sus lamentos y sus reproches por andar tan despacio...
Seguiré su ruta antigua de supervivencia
para salir de este laberinto de medias verdades,
no quiero seguir perdido cuando el mundo se abre
cada mañana en un milagro de luz...Hacia ella voy.

pepegarciaresille@gmail.com
Sevilla, a 3 de enero de 2014
En los tiempos del dolor

miércoles, 15 de octubre de 2014

Sacrificio último

Mi vida no está garantizada
más allá de este beso tuyo interminable y sucio.
La sangre, río que me destruye,
se agita y fluye, inflama la conciencia que me queda.
Mi visión es roja, como este amor tuyo y pasajero,
que creí tuyo y eterno. Rojo es el nombre de tu amor,
como tus labios, tus labios y los mios
ahora estallan en llamaradas.
Nada está garantizado más allá de esta hoguera,
ni siquiera tú misma, que la has encendido.
Arderemos, sacrificio último que te debo,
abrazo último que nos regalamos
hasta convertirnos en la nada,
esa nada sonriente que mañana brillará
radiante en tu boca y en mi hastío.
La sangre, sabia y rencorosa, tiene memoria
larga y extensa de otros besos,
y se precipita a borbotones sobre tu sexo y el mio,
inflama el placer y el olvido de mi mismo,
de mi miseria cotidiana, de tu paciencia,
y su calor llega a poner pálido tu fingimiento.
Nuestras vidas no están garantizadas
cuando termine todo esto, los dos lo sabemos,
no habremos muerto, no. Nos habremos olvidado.



tiempos oscuros
Sevilla, 15 de octubre de 2014

martes, 14 de octubre de 2014

Soledades en pie

Hoy te estaría agradecido,
si eso no fuera, también otro error,
otro rencor disimulado.

A ti,  sólo a ti te escribiría
canciones felices, risas como versos;
    sólo a ti,
    sólo para ti abriría con mis manos
los secretos que ocultan el amor y sus estragos.
    Te explicaría –contando estrellas-
cómo es de inmensa la profundidad de tus ojos,
haría un hueco en lo más alto del día
para poner tu risa. Inventaría
caricias delicadas como sueños.
Y buscaría –para ti-  los besos nunca dados,
las mejores palabras,
para hacer de tu vida una fantasía
tan real que no pudieras distinguir
entre la vida y el sueño.

    Por ti haría de mi vida
el único sueño que cubriera tu deseo.
    Te haría  soñar como sólo sueñan
los que se entregan al amor sin cautelas.
Sin embargo, a cada momento, mi vida
torpe y vacilante, sería para ti
la prueba sólida de dos soledades en pie,
frente a frente, irreductibles.
A pesar de eso,
yo seguiría queriéndote
más allá de sueños y realidades.

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

lunes, 13 de octubre de 2014

Sabe a tiempo este dia

Sabe a tiempo este día que me ofreces a manos llenas,
hoy que mi única urgencia es despertar,
salir de esta pesadilla que asoma por encima del tiempo,
de este tiempo de alacena, rancio y perdido,
ese es mi dolor que no comparto contigo. Sería indecente
desatar ahora la memoria. Podrían salir a la luz
fechas y lugares, desencuentros como cuchillos,
besos falsos y abrazos de compromiso.
Me retienes a tu lado sólo con tu voz,
tu deseo de someter al mundo es una potente orden
que debo escuchar...Me llamas a un mundo tuyo
donde no encuentro dulzura ni calor tampoco.
Me resisto, busco excusas para no ir contigo,
pero es inútil: ya me tienes en el umbral de tu deseo,
y agacho la razón con perro sin dueño,
me entrego a tu capricho aun sabiendo
que este collar que ahora me pones
acabará ahogándome algún día...


Sevilla, 10 de enero de 2014
En los tiempos del dolor

domingo, 12 de octubre de 2014

Kyrie

Kyrie, ekekraxa pro se

La vida no vale nada, digo ahora
ciego ante el mundo, y mi queja alcanza
el aire y vuela más allá de este rincón
donde sobrevivo. El corazón rueda calle abajo,
hacia la noche, de mano del alcohol y  la memoria.
Calle abajo, hacia la noche, donde todo vale
y todo se compra, también tus labios
que se han vestido de gala por mi
y quinientos euros que abrirán puertas
sobre el cielo de la ciudad.
Nos detenemos junto al vacío,
de puntillas sobre dos copas de vino,
sobre la noche que gime en las calles.
Pero tú y yo estamos a salvo de la tragedia,
Tú me rescatas de la basura cotidiana
y no me engañarás al prometerme la noche más feliz,
lo sé... soy yo quien se vende,
vengo a tu encuentro para que me salves
aunque sólo sea por esta noche...
No me hables de dignidad, que no tengo,
no me reproches nada, no me preguntes,
no me mires a los ojos, no toques mi alma...
Mírame, soy carne pobre, huérfano vengo
de todas las caricias que nunca me dieron...
Mírame, dime que no estoy ciego ante el mundo,
dime que la vida es una mierda y creeré
a ciegas en tus manos, en tu piel.
Creeré, antes de besarlos, que tus labios recién estrenados
abren este corazón que tanto vaga por las calles...
Mírame, dime que la vida no vale nada
como sólo tú sabes decirlo a cuantos te compramos
por una noche y por cariño fingido.
Mañana abandoname sin despedidas.
Esta noche seré feliz.

Kyrie....=Señor, ten piedad de nosotros
En tiempos de la esperanza
Sevilla, 12 de octubre de 2014

jueves, 9 de octubre de 2014

Me olvidé tanto de ti

Me olvidé de ti tanto que ya no recuerdo por qué lo hice,
y ahora, al verte, he puesto en pie mi memoria, tanto tiempo dormida,
para no olvidar incluso tu nombre.
Pero es tarde, no lo recuerdo. Por eso,
te he saludado cordialmente, para disimular
y no ponerte otro nombre que no sea el tuyo.

Hablas, ríes, remueves un pasado para ti muy vivo,
mientras yo sigo sin recordar quién eres.

Nos conocemos de toda la vida,
me lo demuestras con fecha, lugares, gentes, amigos comunes,
y, por fin, la clave que me devuelve la memoria: tu nombre.

Ahora sí, ahora eres ya algo que se agita entre mis recuerdos;
te has vuelto presente aquí y en el tiempo que pasamos juntos.
Eres ya algo vivo. Tu nombre se levanta
con grandes letras en el cielo de esa memoria mía, tan desaliñada.

¿Cómo ha podido ocurrir?
¿Cómo es posible que haya olvidado hasta tu nombre?

Ahora que me lo devuelves, aquellos años se vuelven transparentes;
andas de puntillas sobre besos cumplidos,
apenas rozas abrazos olvidados,
tu cuerpo descansa sobre noches interminables…
Estoy recorriendo ese espacio fantástico que tú llenaste de amor,
de risas y, también, de pequeñas disputas y agrios reproches.

Quizá te olvidé por eso: preferí olvidar unos años tan hermosos
a que acabaran convertidos en un recuerdo amargo.

Perdóname por tanto olvido,
pero me ha servido para recuperarte ahora igual que entonces.

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

martes, 7 de octubre de 2014

A plena luz del dia...

A plena luz del día,
la luz rueda sobre la memoria
y tú apareces alta,
por encima de mis posibilidades.
Se insinúa ya la tarde, es casi invierno,
tiene el aire el mismo tacto de tu piel
cuando, distraida, te dejabas llevar
por la marea infame de mis manos.
No me pidas que me arrepienta,
no, no, mi tacto era rudo, casi impertinente,
pero nunca rozó una queja
ni buscó otra cosa que esa alegría
que acompañaba tu despertar.
En esta tarde que se insinúa,
tú ocupas el centro de una felicidad que te debo,
que me regalas y que no puedo recompensar.
No tengo a estas horas
ni la pasión ni la vida necesarias.
Lo sé, compañera, lo sé.
No hay un reproche en tu boca,
ni una palabra saldrá de ella en este encuentro
clandestino...Tampoco yo pretendo
demostrar nada, no podría.
Nos miramos, tus ojos hablan
y, sin decir nada, entiendo el mensaje.


poemas nuevos
Sevilla, 7 de octubre de 2014

lunes, 6 de octubre de 2014

Cáncer, guerra civil

[Cáncer]
guerra civil de la carne contra la carne,
del hueso contra la sangre,
del corazón que sufre contra el cerebro delirante.
Guerra contra el olvido,
contra el dolor, contra el futuro improbable,
(contra aquellos que me olvidaron),
contra mí mismo sin cuartel.
Mi cuerpo es un campo de minas,
estallan al contacto con el aire,
basta el roce de una mirada
y la sangre hierve de rabia.
Campo sembrado de olvidos, viejos amigos
venidos a desertores en desbandada.
Guerra de todo lo que soy
contra los días contados, contra los dioses,
contra natura...
Sin tregua, sin armisticio entre las partes,
destrucción de los dos bandos,
sobrevive la nada entre heridas como trincheras,
mi cuerpo se rinde y entrega las armas
mientras el dolor campa a sus anchas.
Pero sobre esta ruina me levanto, me sublevo
y sigo disparando el arma más poderosa:
la fe en mi mismo y este amor tuyo
llegado desde retaguardia para defenderme.
No me rendiré nunca, no sería digno
de mí ni de ti que luchas a mi lado.

tiempos de esperanza
Sevilla, 6 de octubre de 2014

domingo, 5 de octubre de 2014

dónde estaban tus ojos


¿Dónde estaban tus ojos
cuando yo los buscaba detrás de tu sueño?
Fecha, lugares, citas imposibles,
cualquier sitio era bueno para olvidar tu mirada.
En cualquier parte:
un transeúnte,
el restaurante, la fotografía antigua,
el libro en tu mesa de noche,
todo podía ser un pretexto, un olvido imperdonable.
En cualquier momento tus ojos se cerraron sobre los míos
y dejaste ya de verme, de mirarme.
No supe encontrar tu mirada tendida sobre mis manos,
sobre mi sueño escurridizo,
sobre el deseo que te envío y te persigue inútilmente.
Si no encuentro tus ojos,
si ellos no se encuentran con los míos,
dime: ¿cómo podré interpretar esta caricia tuya?
¿cómo sabré hasta dónde llegan tus dedos
que ahora llaman a la puerta de mi piel extendida?
No apartes de mí tus ojos.

poemas rescatados
Sevilla

sábado, 4 de octubre de 2014

A tu imagen y semjanza

Tú no sabías vivir, perdido
como andabas entre libros y soledades.
Tú no estabas en este mundo
como todos los demás, tú habitabas en la nada,
pisabas el suelo de las utopías más simples,
no respirabas sino el aire de la biblioteca.
Tú no conocías la calle, ni el murmullo de la noche...
Poco sabía de ti, pero me pareció suficiente,
no salías de tu entorno hermético
ni compartías complicidades con nadie,
ni la risa, ni la caricia descuidada...
Hablabas desde tu altura, con dulzura,
pero desde lo alto del mundo...
Mientras todos estábamos a tu lado,
tú meditabas aislado y superior
como si la marcha del mundo dependiera de tí...
Pedante, un ser especial, dedicado a tí mismo
sin más interés por nadie...
Sin embargo, descubrí que eras humano,
que sentías y palpitaba tu corazón
por razones elementales que a nadie importaba.
Pero te vi una noche leyendo unos poemas.
Y no pudiste disimular el dolor que brillaba en tus ojos
al verme a tu lado...Desde aquel momento
comenzó mi construcción de ti mismo,
mis manos, mi voz, mi piel operaban el milagro.
Eras mi obra, moldeado por el deseo,
transformado con aquel amor nuestro,
Y ahora, eres un hombre nuevo,
como yo quería que fueras...

Escuchaba en silencio tu voz
al otro lado del teléfono.
Entonces, pregunté, ¿por que me dejas?

poemas nuevos
Sevilla, 4 de octubre de 2014

jueves, 2 de octubre de 2014

El tiempo perderá las alas

Si te vas, el tiempo perderá las alas
y ya no pasará volando,  como entonces,
se arrastrará despacio sobre mis días.
    Uno a uno iré contando
cada instante contigo; una pequeña alegría
me despertará cada mañana,
cuando todavía soñando crea que sigues a mi lado.

Luego, la oscuridad del día, inmensa;
la rutina, el trabajo, me harán olvidar
tu ausencia. Y cuando llegue la luz de la noche,
se encenderán otra vez los recuerdos, como siempre.

El dolor me cerrará los ojos,
y el sueño me dormirá la conciencia.
    Mientras, tú seguirás desde lejos
llenando mi vida de fantasías,
    de sueños quebradizos y ligeros.

    Yo quería vivir contigo,
    vivir contigo siempre.
    Pero otros vientos te empujaban
    hacia otras luces y otras sombras,
    a otras risas y otras manos

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Silencio redondo

Un enorme silencio redondo y completo
llenará, desde ahora, nuestros días más inmediatos
hasta que tú encuentres –para ti, claro-
canciones viejas cantada especialmente para ti.
        Para entonces, y eso puede ser mañana mismo,
ya habrás olvidado hasta mi nombre.
Yo andaré paseando entre mi ayer y tu mañana
tratando de encontrarte de nuevo y así siempre...
En cada siempre
recordaré tu mejor sonrisa,
tu voz más dulce, tu paso más ligero,
así, cada día despertarás conmigo
un montón de recuerdos
a los que sólo tú podrás dar sentido.
        Seguramente, algún  día
ya no te levantarás conmigo,  ni estarás allí esa mañana
porque ese día te habrás quedado dormida en algún sueño mío
y yo seguiré adelante solo, sí, pero despierto!

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

No lo sé, la verdad

No lo sé, la verdad, no lo sé.
Hace tantos años, que ya no lo recuerdo.
No, no lo cuerdo
porque el tiempo funde los años, los meses,
los días y minutos vividos. El tiempo es fuego,
y lo vivido, ceniza. Por eso,
cuando remuevo el pasado buscando un rescoldo,
un algo de calor,
un poco de mí, de tí, de todo,
sólo encuentro cenizas, días carbonizados y fríos.
    Porque no es eso, no se trata de eso.
No podemos hundir las manos en el olvido,
ni aunque sea reciente...
    Todo ayer, todo antes, está ya para siempre
tan vivido, tan olvidado que no es posible
rescatarlo. Luego, más tarde, mañana quizá,
eso  sí, eso es posible vivirlo todavía.

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Un espacio mudo

Es como un espacio mudo, vacío
y terrible: no hay nada.
    Cuando los ruidos se escapan,
cuando nada te distrae ni te empuja, entonces
aparece ese vacío, y te preguntas: ¿cómo es posible?
¿qué puede ser esto?
Te estás buscando y resulta que no hay nada,
sólo te encuentras con el vacío.

    Pero no es tan terrible como parece,
    ni tan vacío: ¡es lo que somos!

pepegarciaresille@gmail.com
poemas rescatados
Sevilla

Qué difícil es perder

¡Qué difícil es perder!
¡qué difícil es aceptar que he perdido!
        La canción de la derrota llena
hasta los últimos rincones; saben
a derrota el aire, la comida y el agua, ¡todo!
        Y no puedo evitar su cara
porque es la mía; su risa
    es mi propio llanto. Sin descanso
me sigue como mi sombra; duerme conmigo
y sueña conmigo; mis propias pesadillas
son sus gritos de júbilo y victoria.
        Yo estoy vendido;
mi derrota canta su alegría,
con mi propio dolor, que es su voz, su pulso.
   
    ¡Qué difícil es perder!
y si lo pierdes todo (un todo con nombre),
entonces el dolor te roba has la conciencia.


pepegarciaresille@gmail.com
Poemas rescatados
Sevilla

Noche de pájaros muertos

Una noche de pájaros muertos
está volando sobre mi cabeza,
mientras el dolor se hace ruido
que llega desde todas partes.
        Hoy eres tú -mujer- ese dolor
que tan lentamente va mordiendo y destruyendo,
como si nada importara ya
cada momento vivido contigo.
        Desde cada recuerdo
me llega un dolor inquieto,
desde cada día contigo se asoman
todas las risas y quejidos de siempre.
        Incluso la noche –apagada desde hace horas—
se vuelve cada vez más fría.
Hoy todo se convierte
en un llanto que huele
a dolor y rencores viejos acumulados durante siglos.
En una noche como esta no es posible
ni llorar siquiera,
sólo queda un vacío inmensamente hambriento
que todo lo aniquila, lo traga
hasta no quedar más que un dolor insoluble.
Desde el fondo de ese vacío te escribo
y es  que, en el fondo, todavía te quiero
Y no quiero aceptar este dolor último que sabe a olvido.

pepepgarciaresille@gmail.com
Poemas rescatados
Sevilla