viernes, 28 de noviembre de 2014

Luz tan ciega

¿Por qué esta luz tan ciega,
por qué esta tarde sin matices?
¿Por qué salgo a la calle bajo sospecha,
es que no viviré mañana?
Foto: A.R.G.
Si el cielo es clemente,
mañana repetiré la misma pregunta,
y me asombrará la tarde igual que hoy.
¿Qué significa este latido
que corre por el pecho
y no sabe salir al aire?
¿Por qué debo cruzar este olvido
entre dos orillas insalvables?
¿Por qué no estás tú al otro lado?
¿Por qué no estás aquí?
Dispuesto vivo cada tarde
a cruzar este silencio que tiene tus ojos,
que suena como tu voz
y respira como tu deseo...
¿Por qué esta orilla no admite viajeros,
si he pagado con creces el peaje?
¿Por qué esta luz tan ciega
y este cielo tan inclemente?


tiempos de esperanza
Sevilla, 28 d noviembre de 2014

lunes, 24 de noviembre de 2014

Mi culpa está aquí

Mi culpa está aquí,
extendida ante tus dudas. Sopesala
con tu paciencia inacabable. Te espero.
Pero mírame a los ojos
mientras dure tu búsqueda.
Mi culpa: un olvido mio,
varias caricias menos,
una voz más alta que otra,
noches que el trabajo no justifica,
varias citas que no te explicas...
Te cuesta creerme y lo comprendo,
por eso estoy aquí expuesto a tu silencio.
No vuelvo de la culpa.
Aquí está mi palabra, mi abrazo al aire,
aquí tienes la única verdad que me sustenta.
Y te pregunto: ¿sabes tú de dónde vengo?
¿Conoces tú mi dolor?
¿Te ha despertado alguna vez
esta súplica absurda que te llama cada noche?
Dime, si vengo de la noche,
¿puedo esperar si no un abrazo,
al menos un silencio cómplice?


tiempos nuevos
Sevilla, 21 de noviembre de 2014


sábado, 22 de noviembre de 2014

Enajenado

Enajenado: vivo en tu vida,
tu tiempo es el mio, tus dias me ocupan
y tu deseo es sangre que me lleva.

Ensimismado, instalado en tí,
en tu quehacer minucioso, en tus palabras,
vivo en tus labios, vivo de ellos.

Me vieron tus ojos y no he vuelto
a habitar donde solía...
No estoy en mis costumbres,
no paseo con los amigos,
olvidé mis sueños... Sin vida
propia, sin deseos que no sean los tuyos...

Pero estoy al fin junto a la puerta
que me abre de tí, la llamada
a la tarde que me espera, y me aleja
de un largo sueño. Maravilloso despertar
hoy con el dolor de la mano,
tu voz en la memoria
y este amor nuestro que sólo pide olvido.


tiempos nuevos
Sevilla, 22 de noviembre de 2014
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domingo, 16 de noviembre de 2014

El corazón de un hombre

Mi corazón es el de un hombre,
y a veces flaquea y tiembla como un niño.
Estoy ante la Vida, entre la gente,
bajo tu olvido, junto a la muerte codiciosa.
Me tiembla el deseo
y recorro el mundo en tu busca.
No hay pistas, ninguna prueba.
“No estuvo aquí”, me dicen,
“no la hemos visto”. Y sigo buscando.
Este corazón mio es un niño asustado,
se agita, se acelera y se cansa.
Me pregunto si un hombre tiene valor
para hundir la mano en el pecho
y arrancar su corazón. Yo no lo tengo.
Y lo siento latir, y su queja amarga
es el reproche que me pone contra el muro.
Es duro conmigo
porque le hice vivir por encima de la razón
–como le gustaba–, pero va perdiendo la carrera.
La razón se impone, desde lo alto
la cabeza le mira con desprecio
y yo callo y otorgo.
Me pregunto si seré capaz
en estos dias últimos de tenerlo entre mis manos
y vivir de corazón este último abrazo
que la Vida me regala.
No puedo negárselo,
no puedo se tan canalla.

Tiempos nuevos
Sevilla, a 16 de noviembre de 2014

sábado, 15 de noviembre de 2014

No te pido más

Esa luz perdida es lo que te pido hoy.
Aquella luz, no otra cosa.
Podría pedirte besos, abrazos y sexo,
y ternura luego
cuando tu abrazo me proteja de mi mismo.
Pero no quiero todo eso, quiero luz,
porque los dias son más cortos,
y la soledad se ha alojado en casa.
Necesito tu luz,
la misma que abrió mis ojos
y los rescató de aquella ceguera de los veinte años.
No pido palabras amables,
ni tu voz que cura todas las heridas...
No quiero tu cuerpo, no te quiero a ti,
quiero tu luz. Hoy cuando el mundo se disuelve
voy a tu encuentro a tientas,
pero tú eres firme, como siempre
tú eres luz y es lo que busco.
Si alguna vez te amé fue por eso,
y se que es infame este deseo que sale a tu encuentro.
Esa luz, perdida desde que tus ojos dejaron de mirarme,
será mi guia en estos dias oscuros.
No te pido más.


tiempos nuevos
Sevilla, 15 de noviembre de 2014

lunes, 10 de noviembre de 2014

La piel del tiempo

Acaricio la piel del tiempo
y la memoria se desnuda ante mis ojos de niño.
De la mano, el tiempo me lleva
a la infancia profunda,
la que ha vigilado mis días desde siempre.
Suave es ahora la piel del tiempo,
tiene también un olor delicado
como el pecho de mi madre.
Allí me encuentro extrañamente
ajeno a un futuro que me desbordará
cuando los años se apoderen de mi vida.
Ahora  un abrazo me salva
de tantos estragos. Allí,
entre sus brazos, me confío al sueño.
Al despertar, el tiempo se muestra
huraño, áspero, intransigente.
Es este ahora, al terminar este recuerdo,
cuando contemplo su cara más oscura.


pepegarciaresille@gmail.com
tiempos de esperanza
Sevilla, 10 de noviembre de 2014

sábado, 1 de noviembre de 2014

Volviste una vez más

Y volviste una vez más; a pesar de todo
cuanto te había dicho: ‘no vuelvas al invierno,
no vuelvas al tiempo ni a la infancia.
Los caminos están cortados’.

Pero no has hecho caso. Por eso
ahora te encuentras con la ceniza,
con el tiempo polvoriento. Te entretienes,
juegas con los recuerdos y no logras recomponerlos.
Desde aquí te llamé, te advertí,
pero has venido.
Ya lo ves, compañera.
¿Ves en mí algo reconocible?
¿Son éstas las mismas manos que acariciaron
y que acariciaste?
¿Son acaso estos labios?
¿Lo son?
Dudas. No me reconoces.
Has vuelto buscando un sueño.

poemas rescatados
En Sevilla